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Las adaptaciones de cómics a la pantalla grande se han vuelto una moda ininterrumpida de la últimas dos décadas. Algunas son excelentes y otras es preferible olvidarlas. El más famoso de los superhéroes, Superman (que ya había sido llevado a la pantalla chica) popularizó este tipo de adaptaciones en 1978, a la que le continuaron 2 películas más, grandes éxitos de la época. Super-chica (1984) no tuvo tanta suerte pero quedó en la memoria de la generación de los ’80.



En 1989 se realizó una adaptación de The Punisher protagonizada por Dolph Lundgren (más conocido como Ivan Drago en Rocky IV). Al año siguiente fue el turno de Flash y del Capitán América, en 1994 de Los 4 Fantásticos y en 1996 de Generación X. Afortunadamente, el público masivo no alcanzó a verlas. Nick Fury apareció en 1998 y algunos tuvimos la mala suerte de captarla en TV, e inocentemente intentamos darle una oportunidad para llevarnos una profunda decepción al ver el inútil esfuerzo de David Hasselhoff (protagonista de las series Knight Rider y Baywatch) como el agente de S.H.I.E.L.D.



Las 2 películas de Batman (1989 y 1992) de la mano de Tim Burton fueron obras maestras indiscutibles, pero la tercera y la cuarta entrega, a falta del ojo gótico de Burton, no le llegaron ni a los talones. Pasaron algunos años y las películas de Tank Girl (1995), Barb Wire (1996), Vampirella (1996) y Witchblade (2001) ocupaban espacio en algunas tiendas de video. Pero luego de aquellos fracasos, todo estaba listo para retomar las buenas adaptaciones. En el 2000 los eXtraordinarios X-Men revivieron la moda y afortunadamente Marvel Comics y las productoras de Hollywood esperaron hasta entrar en el siglo XXI para que la calidad de los efectos especiales hiciera justicia y reivindicara a tantos superhéroes que habían fracaso en el intento de pasar a la pantalla grande. Las 3 entregas de X-Men fueron éxitos de taquilla y aunque los fanáticos nos decepcionamos un poco por ciertas alteraciones del cómic original (por ejemplo, ver a una Rogue adolescente y a Phoenix sin fuego fue traumante para muchos) debemos agradecerle a actores como Hugh Jackman y Ian McKellen por sus excelentes interpretaciones. La saga de Spider-Man de Sam Raimi fue quizás una de las mejores adaptaciones que se han hecho hasta ahora conservando la mayor cantidad de detalles fiel al cómic, con algunas excepciones, claro.

Sin City (2005) y 300 (2006), obras del legendario Frank Miller, esperan sus secuelas, pero su creador y codirector está actualmente dirigiendo la adaptación de The Spirit, el cómic de Will Eisner de los años 40. Spawn (1997) y Hellboy (2004) fueron buenas adaptaciones, pero esta segunda ganó en éxito y ya está en proceso una segunda parte (Hellboy 2: the golden army), ambas bajo la dirección del brillante y sangriento Guillermo del Toro, quien ya le había dado vida a Blade, el “caminante diurno”, en la segunda entrega (Blade II, 2002) reencarnado en Wesley Snipes en 3 ocasiones.

El gigante verde Hulk (2003) se lució en el dramatismo bajo la dirección de Ang Lee, en Daredevil (2003) resaltó su curioso reparto de estrellas (Ben Affleck, Colin Farell y Jennifer Garner), y aunque se planea una secuela desde hace años, aún no hay noticias oficiales. El personaje de Elektra también tuvo su película propia luego de su aparición en Daredevil, aunque no fue un gran éxito.
Los 4 Fantásticos (2005 y 2007) brillaron en los efectos especiales. Thomas Jane se convirtió en el nuevo y vengativo Frank Castle en The Punisher (2004) que sólo buscaba destruir a un malvado John Travolta, y Ghost Rider (2007), interpretado por Nicolas Cage, pasó sin pena y sin gloria (aunque para muchos con pena).



Lo que es claro es que Marvel se luce con la idea del anti-héroes, los conflictos sociales, los dramas existenciales y en la curiosa costumbre hitchcockoniana de Stan Lee (mente maestra de Marvel) de aparecer en las películas (menos en Elektra, The Punisher y Ghost Rider ya que no ha participado en su creación). Por su parte, DC Comics se limita a mostrar a sus héroes (norte)americanos en La Liga de los Hombres Extraordinarios (2003), Catwoman (2004), V de Vendetta (2006), y en el renacimiento cinematográfico de Superman Regresa (2005) y Batman Inicia (2006), que despertó nostalgia en millones de espectadores.